En mi anterior viaje a Madrid me topé con este señor, de avanzada edad, ebrio, que bailaba al son de una canción que emitía su exiguo reproductor mp3.



No ha sido hasta ahora cuando me he percatado del detalle de los emblemas que llevaba en su gorra. Alcanzo a distinguir el de la bandera de España y el de la guardia civil, pero el resto no los conozco.
En todo caso, un personaje peculiar y a la vez lastimero, que me dio mucha pena y al que le di alguna ayuda.